Durante el invierno, la piel suele verse más tirante, apagada o incluso con zonas irritadas. Esto se debe al cambio de temperatura, la baja humedad ambiental y el uso de calefacción, que afectan la barrera natural de la piel y reducen su hidratación. Por eso, es fundamental adaptar tu rutina de cuidado facial durante los meses más fríos del año.
A continuación, te compartimos una guía simple y efectiva para cuidar tu piel en invierno, de manera natural y consciente.
El frío puede volver la piel más sensible, por eso es importante elegir limpiadores suaves, sin alcohol ni sulfatos, que no alteren la barrera cutánea. Evita el agua muy caliente, ya que puede aumentar la sequedad y el enrojecimiento.
Tip: realiza movimientos delicados al limpiar tu rostro con nuestra Espuma de limpieza que además es hidratante y calmante por sus componente aptos en todo tipo de piel. Si te acomoda mas el tradicional jabón en barra recuerda buscar el apto para tu piel.
Durante el invierno, es común que la piel pierda agua más rápidamente, lo que genera resequedad, picor o descamación. Para evitarlo, elige productos hidratantes que aporten agua y además ayuden a retenerla.
Busca ingredientes como:
Una piel bien nutrida puede defenderse mejor del frío y de los cambios bruscos de temperatura. Además de la hidratación, es importante reforzar la barrera natural con cremas o aceites ricos en lípidos.
Tip: Por la noche, aplica una capa más rica y nutritiva que ayude a la regeneración celular durante el descanso. Nuestro Oleo facial es ideal por su poder nutritivo al contener 7 aceites vegetales mas 2 aceites esenciales que potencian su poder.
La exfoliación sigue siendo necesaria en invierno, pero debe hacerse con cuidado. Una vez por semana es suficiente para eliminar células muertas, oxigenar la piel y mejorar la absorción de los demás productos.
Evita exfoliantes con gránulos duros o fórmulas abrasivas, sobre todo si tienes piel seca o sensible. Nuestros exfoliantes, ya sea de arcilla o carbón vegetal, están libres de microplasticos y componentes irritantes, funcionan como mascarilla soltando las celulas muertas de forma suave pero efectiva.
Un buen tónico natural puede ayudar a calmar, hidratar y preparar la piel para recibir mejor los activos. Prefiere opciones sin alcohol y con propiedades antiinflamatorias o calmantes, como nuestra agua de rosas o agua de azahar. Recuerda que deben aplicarse antes de tu crema, ya sea de día o noche.
Aunque muchas personas lo olvidan, los rayos UV siguen presentes en invierno y pueden seguir causando daño. La aplicación diaria de protector solar es fundamental para prevenir manchas, envejecimiento prematuro y daño celular.
Tip: Elige un protector solar adecuado a tu tipo de piel y no olvides reaplicarlo si estás expuesta al sol por varias horas.
Son zonas especialmente delicadas y que tienden a resecarse con mayor facilidad. Usa bálsamos labiales nutritivos y contorno de ojos con activos hidratantes.
Recuerda que el cuidado de la piel también viene de adentro hacia afuera. En invierno tendemos a tomar menos agua, pero es importante mantenernos hidratadas. Infusiones, sopas y frutas ricas en agua (como naranja o manzana) también ayudan.
El invierno puede ser una estación maravillosa para reconectar contigo misma, y cuidar tu piel con atención y amor es una forma de hacerlo. Recuerda que cada piel es única: escucha lo que tu cuerpo necesita y adapta tu rutina con calma y consciencia.
Piel sana, no perfecta.
Con cariño,
Sukha 🌱